Decenas de nombres poseo, cada uno procedente de una máscara distinta, aunque todas cubren el mismo rostro. Nadia, la bruja. SurÁiwa, la semielfa. Selya, la hechicera roja. Lïndele, la derviche. Kael, el mago. ShadowFire, la heroína. Asshai, la asesina. Onira, Kilika, Sharon, Kara. Pero como he de escoger uno como firma, decido por el momento acoger el que más honor y dicha me ha reportado: Bayushi Yuna, samurai Escorpión.
Detrás de cada nombre hay una historia. Detrás de cada historia; miles de horas, palabras y sentimientos volcados hacia un documento de Word. Con todas estas vidas he sentido tantas emociones, he aprendido tantas lecciones incluso de mí misma, que nunca he podido resistir el impulso de compartirlas. Sin embargo, nunca las he recogido en ninguna parte. Algunas fueron al ahora marchito Bosque Laurea, otras al Rincón del Bardo de Héroes de Camelot, otras simplemente fueron enviadas por correo electrónico a mis amigos más cercanos.
Mi amigo Akodo Mito fue quien me dio la idea de hacer un blog donde reunirlas. Fire rising y el paladín dorado dijeron que me seguirían. Me hicieron pensar. Me hicieron darme cuenta de que era una buena idea. Me hicieron tener ganas de intentarlo. Teníais razón, Mito-san; así que esta entrada está dedicada especialmente a vos.
Así pues, la creación de este blog tiene un doble propósito. En primer lugar, permitir el alcance de mis historias a aquellos que deseen leerlas. En segundo lugar, reportarme a mí una motivación para continuar las no terminadas. Muchas de estas historias tienen en mi cabeza finales maravillosos, y sin embargo en muchas ocasiones me falta la fortaleza necesaria para plasmarlos. Cuento con vuestra ayuda para ello.
Me dirijo a quienquiera que me esté leyendo con humildad. No pretendo gustar a todos, sino tan sólo ofrecer una parte de mí al mundo. Cualquier escritor siente a través de sus personajes, por lo que sabed que sus sentimientos son los míos; sus historias, mis sueños. Os los ofrezco con la esperanza de haceros sentir cuanto siento yo gracias a ellos, de mostraros las lecciones que me han enseñado, de distraeros de los ajetreos de vuestra vida por un rato. Mis historias, mis tesoros, ahora son vuestros. Tratadlos con cariño.
Bienvenidos al Rincón de las Leyendas.
Atentamente,
Bayushi Yuna
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